miércoles, 8 de abril de 2020

LUNA DE ABRIL


Hoy me sorprendiste tras la montaña, 
aún cuando el cielo se veía azul.

Los días se me habían escapado de los dedos 
y me había perdido de tu círculo vicioso, 
de tu efeméride mensual, de tu cálida luz.

Me había empezado a acostumbrar demasiado 
a la oscuridad de las noches, 
a las nubes tapizando el cielo, 
a la fría humedad de las madrugadas, 
al eco del silencio 
y a la irremediable soledad de las calles.

Pero hoy, sin esperarte, 
me sorprendiste tras la montaña 
para dar luz a las oscuras noches,
para alejar las nubes de nuestros sentidos, 
para calentar la humedad de nuestros ojos, 
para romper el silencio acelerando nuestros latidos, 
para sentirte más cerca 
y tranquilizar nuestros pensamientos, 
pues mirándote a la cara siento 
que no todo está perdido.
                       
                                    De una giraluna más noctámbula que nunca.

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